Isla del Príncipe Eduardo

Esta semana pasada nos fuimos 4 días a visitar una de las provincias de Canadá, en concreto la más chiquitita: la Isla del Príncipe Eduardo, dónde se empezó a engendrar este enorme país que es Canadá. Nos fuimos (Aida, María, Olga, Isabel y un servidor) el jueves pegándonos el madrugón de levantarnos a las 4 de la mañana para coger el vuelo a las 7, y en una horita y media escasa nos plantábamos en Halifax, la capital de Nueva Escocia, otra provincia.... (si alguien quiere situarse, en un mapa de Canadá desde Toronto irse hacia la izquierda hasta tocar la costa) allí cogimos un coche de alquiler y aprovechamos para visitar por la mañana el pueblo pesquero más fotografiado de Canadá, Peggys Cove, con escasamente 50 habitantes pero encantador.... desde que llegamos a él y durante todo nuestro viaje comprobamos como en esta parte del país la velocidad se reduce un par de marchas más (y eso que creemos que la velocidad del país es ya de por sí lenta comparada con España según en que sitios). Aquí nos empezamos a encontrar con alguno de los numerosos faros que salpican la geografía de esas regiones costeras, así como sus casitas de colores...

Y de ahí nos fuimos para la isla, ésta tiene dos puntos de entrada, un puente de 13 kilómetros y un ferry, así que decidimos entrar por el puente....y salir por el ferry. No hay foto del puente pero es impresionante ver esta obra de la ingeniería que conecta el continente con la isla. Nuestra primera parada era Charlottetown, la capital de la isla donde teníamos reservado un bed and breakfast..... casita enorme y preciosa regentada por unos chilenos.... la utilizamos como punto de partida y llegada durante dos días en los cuales recorrimos la parte norte y este de la isla.... y os preguntaréis que tiene esta isla para visitarla.... pues para empezar es el sitio del nacimiento de Ana de las tejas verdes.... os acordáis de esa serie? pues aquí es donde vivió la escritora del libro y donde se rodó la serie... algunos del grupo fuimos acérrimos seguidores de la serie así que esa fué nuestra primera visita.... y la verdad que la casa y el entorno nos encantó... ahí tenéis una foto de la casa.... y por los alrededores hay unas playas magníficas. Como veis en las fotos alguna disfrutó de lo lindo con los prados verdes que encontramos....




Toda la zona norte de la isla tiene unas playas magníficas... visitamos algunas, con la suerte que aún estábamos en época donde las mayorías de atracciones no estaban abiertas (en la isla se pueden hacer tours para ver focas... lo intentamos pero no hubo suerte... y supongo que ballenas) pero hasta finales de mayo no empiezan a abrir.... así que no había nadie.... y esa tranquilidad que se respiraba en cualquier parte de la isla la agradecimos un rato largo... Las playas se caracterizan por sus altas dunas y por sus faros.... bonito, bonito... también visitamos un parque natural donde un puente nos paseaba por encima de un lago y acababa en una playa con dunas tan altas capaces de tragarse árboles enteros.... la verdad que todo nuestro recorrido consistió en coger un mapa y recorrer carreteras y carreteritas, incluso pistas de tierra, hasta encontrar rincones perdidos donde siempre encontrabas una casa o casita donde alguien tenía su rincón.... toda la isla está salpicada de pueblos de menos de 500 habitantes, por nombrarlos de alguna manera, muchas veces eran casas con grandes espacios entre ellas y donde vislumbrabas que en la isla la gente vive a otro ritmo y tiene otras prioridades..... mucho discutimos durante el viaje sobre ello.

La última noche la pasamos en otro bed and breakfast en un pueblecito cerca del ferry de salida de la isla.... al llegar al mismo nos encontramos con la grata sorpresa de que lo regentaban una pareja de ancianitos (casi 80 años ambos) amabilísimos y que nos contaron la historia de su vida y de su negocio.... increíble la verdad es que aún dejan la puerta de la casa abierta siempre, incluso cuando se van fuera por unos días, nos contaban que saben que quizá están locos con los tiempos que corren pero nunca les ha pasado nada y no quieren cambiar esa costumbre, además aseguran que la isla te da esa tranquilidad en la vida....pero nosotros no éramos capaces de dejar el coche abierto ni cuando íbamos a 100 metros de él.... que maneras tan diferentes de vivir y de ver la vida....que envidia sana a veces....la verdad es que nos dió mucha pena sólo pasar una noche allí ya que el lugar y sus ocupantes prometían momentos inolvidables de conversación y asueto.

Otra cosa que disfrutamos en la isla fue su gastronomía.... la isla es famosa por su langosta, donde es habitual en todos los menús... así que comimos langosta a secas, hamburguesa de langosta e incluso una sopa de langosta impresionante..... cómo podéis ver.

Y no mucho más, visita relámpago a Halifax el domingo por la mañana y vuelta a la realidad.... ahora queda trabajo duro este mes y medio antes de ir para España.... que la verdad ya lo estamos deseando... os lo recuerdo del 7 al 26 estaremos por ahí.... primera cita, el domingo 8 de julio en Mollet, Barcelona o Santa Perpetua ir reservado el día..... tenemos comida y muchas cosas que contar.... van a ser pocos días pero intensos, queremos estar toda esa semana en Barna y luego el finde irnos a Teruel a pasar 2-3 días.... y de ahí a Salamanca que nos esperar boda... y tapitas que se echan mucho de menos por aquí.