Día 1

Tras meses pensando en Toronto, ya estamos aquí. El viaje fue muy bien, con la sorpresa de que nos perdonaron (o más bien se despistaron) y no nos cobraron los 120 euros de sobrepeso (y, como buenos españoles, no dijimos ni mu, claro). Además llegaron todas nuestras maletas, y como el avión de Dusseldorf a Toronto iba medio vacío, fuimos muy cómodos. Después pasamos por inmigración sin problemas, aunque por desgracia como mi pasaporte caduca antes de dos años tengo que renovar el permiso de trabajo a la vez. Y pasamos a las primeras impresiones, desde el avión tuvimos una bonita vista de la ciudad, que es inmensa y totalmente cuadriculada (más que Barcelona), con unas carreteras rectas y laargas, así que sí me creo que haya calles de 1000 km. También nos llamó la atención que el 90% de la ciudad son casitas, una al lado de otra, todas iguales, con algún edificio alto perdido por ahí y luego el centro o “downtown” es lo que está lleno de rascacielos. Nos ha parecido un poco descuidada, pero quizá son sólo los alrededores. Hay muchísimos estudiantes, que van como locos de aquí para allá y me estresan (una curiosidad, a la salida de las facultades hay puestos de perritos calientes y camionetas de comida china, hasta hemos visto un camión de helados).De hecho en el supermercado no podíamos ni pararnos a ver las cosas pq los pasillos eran estrechos y la gente va como una moto. Eso sí, por ahora, muy educados y agradables. Ya hemos localizado un super que está bastante bien, con fruta y verdura a buen precio (1 libra de plátanos, 69 céntimos!) y con pan!!!, no muy bueno pero comestible (y Leila, ya hay cosas para Halloween). Por cierto, caminando por toda la ciudad, incluido el centro, hay ardillas correteando, eso sí feísimas, totalmente negras, parecen ratas. Así que me creo que a 40 min te puedas encontrar osos!! Ya hemos visto un 7-eleven, un chico con gorra de béisbol y con el gorro de la sudadera encima y lo mejor: una pija en monopatín, sí, sí, nunca he visto nada igual. Cuando llegamos estábamos a 17ºC, fuimos un rato en manga corta, luego fue refrescando y cuando se puso el sol ya hacía bastante fresco y teníamos frío con chaqueta. La gente es muy exagerada y ya hay algunos con gorro y guantes. Eso sí, frío va a hacer pq las calles son rectas, anchas y hay mucho viento, que ya es frío, o sea que mi idea de ir a trabajar andando va a ser que no, al menos en invierno. Lo bueno es que hay paradas de metro cada pocos metros y de autobús. Hemos vistos bastantes carteles de alquiler, a ver si hay suerte. Por cierto el hostal así, así, huele un poco mal, pero la cama es muy cómoda y grande. Y nada más por ahora, a las 11 nos viene a buscar el jefe y ya contaremos más (Samia, respecto al jet-lag, estoy escribiendo a las 6 de la mañana, después de dar vueltas y vueltas y comprobar que todavía es de noche y con un hambre!!!).

Resumen: por ahora muy buena impresión, ya veremos más adelante y, desde luego, cómo se nota ir con alguien (si fuera sola ya estaría agobiada, seguro, sobre todo con el hostal!).

Por cierto, en la última cena de despedida nos hicieron un regalo muy original que me encantó, a ver si puedo poner la foto...Muchas gracias, Irene!!!

CONTINUARÁ...